La encina es una especie autóctona del clima mediterráneo y es el árbol más abundante en la Península Ibérica. Soporta bien la sequía y se adapta a cualquier tipo de suelo, exceptuando los mal drenados.
Su follaje es perenne. La copa proyecta una gran sombra que sirve de refugio al ganado, el cual además se alimenta de su fruto, la bellota. Los mejores jamones del mundo se obtienen de los cerdos criados a base bellotas. En España la principal producción de jamón de bellota se concentra al oeste, en la franja comprendida por las provincias de Salamanca, Cáceres, Badajoz y Huelva. En el himno autonómico extremeño se menciona a este árbol: «Extremadura, tierra de encinas…»
La bellota se puede consumir asada en la lumbre, como la castaña, y con ella se elabora licor y harina sin gluten.
La madera de la encina es dura y no se pudre. Se emplea para fabricar piezas expuestas al roce, como arados, carros y herramientas. También se usa en la construcción, para hacer vigas. Además, gracias a su poder calorífico resulta excelente como carbón vegetal. La corteza es rica en taninos y sirve para teñir.
Ficha técnica:
- Nombre científico: Quercus ilex ilex.
- Nombre común: encina, chaparro, carrasca.
- Altura: hasta 25 metros.
- Uso: explotación de la bellota para la alimentación humana y ganadera. Árbol de sombra.
- Hoja: perenne. Hoja dura, en ocasiones espinosa. Cada hoja vive en la rama de dos a cuatro años.
- Floración: primavera. Especie monoica. Flores masculinas de color amarillo agrupadas en amentos. Flores femeninas aisladas o en parejas, de color rojizo o anaranjado, que aparecen sobre los brotes del año.
- Fruto: bellota dulce.
- Cuidados: árbol rústico que soporta la sequía. Prefiere zonas soleadas. Le perjudican los suelos encharcados. Tolera las podas.