El alcornoque es un árbol mediterráneo de copa grande y tronco robusto. Su nombre científico, Quercus suber, significa «encina del corcho». Efectivamente se trata de una especie emparentada con la encina porque el fruto de ambas es la bellota, aunque la del alcornoque es más amarga.
La principal característica de este árbol es su corteza rugosa. Y es que del alcornoque se obtiene el corcho que se utiliza para sellar las botellas de vino. La extracción de la corteza se lleva a cabo cada siete u ocho años. El árbol no sufre durante el proceso porque liberarse de esa capa le permite crecer. Es un recurso renovable, es decir, vuelve a regenerarse. El tronco «desnudo» es de color rojizo. Con el paso del tiempo se oscurece y agrieta.
Los alcornoques son longevos, viven más de 150 años. La primera extracción del corcho se ejecuta a los 25 o 30 años de vida del ejemplar, y a partir de ahí se puede realizar cada varios años. Esta materia prima también se emplea como aislante en la construcción, así como en la confección de calzados, bolsos y artesanía.
En zonas como Extremadura y Andalucía se han creado ecosistemas en torno a los alcornoques. Aves migratorias, jabalíes y cerdos se alimentan de las bellotas. Sus raíces evitan la erosión del suelo y permiten que alrededor crezcan otras especies, entre ellas algunas setas comestibles. La madera sirve como carbón vegetal.
Ficha técnica:
- Nombre científico: Quercus suber.
- Nombre común: alcornoque.
- Altura: hasta 25 metros.
- Uso: extracción del corcho y producción de bellotas para alimentación del ganado. Árbol de sombra y ornamental.
- Hoja: perenne. Verde en el haz, blanquecina en el envés, con picos suaves.
- Floración: primavera. Pequeña flor amarillenta.
- Fruto: bellota amarga que aparece en otoño.
- Cuidados: Prefiere zonas húmedas, no tolera bien los suelos calizos ni las heladas.